El Tomate murió hace ya unas cuantas semanas. Algunos auguraron el declive de los programas del corazón, pero lo cierto es que día a día nos siguen informando de las idas y venidas del famoseo patrio. Pero aquí somos unos cutres. Dado que los “importantes”, aquellos famosos que se curran una carrera decente, ya sea mediante el cine, la música u otras artes, decidieron hace tiempo que preferían no airear su vida privada. Pero los programas del corazón siguieron haciendo su agosto gracias a los personajes creados en los cada vez más numerosos reallity o, ahora, talent shows. De
Gran Hermano a
La Noria.
En Estados Unidos no pasa eso. No hay Pantoja ni Fran Rivera (aunque sí Britney y Paris, que ya es suficiente). Allí los “importantes” sí aparecen en las revistas del corazón, quieran o no. Y esto es lo que refleja Dirt, cuyo genial (y acertado) eslogan dice: “La fama tiene un precio y ella está aquí para cobrarlo”.
Estuve enganchadísima a esta serie en verano, y ayer la recordé al ver publicada la noticia de su estreno en Fox España. La prota es Courtney Cox, una ex Mónica Geller irreconocible que en Dirt es la editora de dos revistas, la que da nombre a la serie y “Now”, algo más sofisticada. En esta serie, Courtney es Lucy Spiller, una especie de Patiño (salvando las distancias) despiadada, impúdica, retorcida y sin barreras a la hora de conseguir la bomba de la semana, pero mucho más fría y calculadora que la popular periodista de Antena 3. Su mano derecha es Don Konkey, un paparazzi esquizofrénico y solitario capaz de conseguir cualquier imagen a cualquier precio. Por otro lado está la pareja del momento, Julia Mallory, una actriz de moda, y Holt McLaren, actor respetado que anda de capa caída. Y para completar el reparto, Brent Barrow, el jefe de Lucy, y Willa McPherson, una joven periodista dispuestísima a abrirse camino, mi personaje preferido.
El piloto es un tanto confuso, demasiada información. En síntesis, vemos cómo Holt traiciona a una actriz, la mejor amiga de su novia Julia, para conseguir un reportaje en “Now” que le devuelva la notoriedad perdida y le consiga un papel en una peli. A cambio, tendrá que pagar convirtiéndose en uno de los topos de la revista “Dirt”. A partir de esta premisa, la historia se desarrolla con innumerables traiciones, chantajes, escándalos, y demás temas relacionados con este mundo tan frecuente en nuestras pantallas de televisión.
Lo mejor de Dirt es, sin duda, la evolución de los personajes. Por eso mi preferida es Willa, a la que prácticamente no vemos en el piloto pero que poco a poco va consiguiendo más y más protagonismo hasta convertirse casi en… No lo diré, que la ponen en Fox. Y si no se puede ver Fox, como es mi desdichado caso, a bajársela, porque es muy muy recomendable. Un consejo: hay que darle una oportunidad, porque no es la típica serie que enganche desde un primer momento. Hay que esperar a que el cambio en los personajes se empieza a notar.
Ah, y en uno de los últimos capítulos se produce el encuentro entra las ex Friends Mónica y Rachel y pasa esto… Parece ser que Jennifer Aniston, que en Dirt da vida a otra editora de revista sensacionalista. Otro motivo más para ver la segunda temporada que ya están emitiendo en Estados Unidos.
Y yo sigo ociosa, sin trabajo y esperando encontrar una serie lo suficientemente digna para cubrir el gran vacío que acaba de dejar Perdidos. Qué enorme la cuarta temporada…